Devocional 12 de Diciembre de 2008
Eben-ezer
Lectura: Salmos 42:1-5
En la obra de Charles Dickens, Cántico de Navidad, el personaje central es Ebenezer Scrooge. Cuando niño, disfrutaba viendo la antigua versión de la película en blanco y negro con Alastair Sim en el papel principal. Sim hizo un trabajo fenomenal presentando al cruel, mezquino y egocéntrico Scrooge. Cada Navidad, todavía busco en la programación de la televisión el horario en que puedo ver esa interpretación particular del cuento de Dickens.
Pero todos estos años de ver las penalidades de Scrooge han dejado su marca; el nombre «Eben-ezer» tiene una connotación negativa para mí. Lo he asociado con Scrooge, pero su significado original se encuentra a años luz de dicha asociación. En 1 Samuel, después de una decisiva batalla con los filisteos, los israelitas erigieron una piedra como recordatorio de la ayuda del Señor en la lucha. Llamaron a esta piedra Eben-ezer que quiere decir «Piedra de Ayuda», para recordarle al pueblo cómo Dios les había rescatado de sus enemigos (7:12).
¡Qué contraste! Un nombre que yo había llegado a asociar con el egoísmo del hombre en realidad puede servir como un recordatorio de la ayuda de Dios que fácilmente está a nuestra disposición. Al avanzar por la vida, centrémonos en la fidelidad del Señor y no en el egoísmo del hombre. Mirémosle a Él como nuestro verdadero Eben-ezer —nuestra ayuda en los desafíos de la vida. —WEC
Nuestra única esperanza aquí abajo es la ayuda de Dios desde arriba.
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