Pipo de Punxsutawney
Lectura: 2 Pedro 1:16-21
Pipo, del pueblo de Punxsutawney, es una marmota de América que sale de su madriguera en Gobbler’s Knob, Pennsylvania, cada 2 de febrero para pronosticar el tiempo. Según la leyenda, si Pipo ve su sombra, habrá otras seis semanas de frío. Pero si no la ve, entonces la primavera vendrá temprano.
Por supuesto, todo esto son tan sólo patrañas y buen humor. Que yo sepa, nadie toma las predicciones de Pipo en serio. Más aún, él no es digno de confiar —he oído que son más las veces que se equivoca que las que acierta.
Sin embargo, hay Alguien que siempre tiene la razón y a quien debemos tomar en serio. Pedro escribe acerca de Él: «Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones» (2 Pedro 1:19).
Pedro estaba pensando en ese día en el Monte de la Transfiguración cuando, junto con Santiago y Juan, vio a Jesús de pie junto a los dos grandes profetas del Antiguo Testamento, Moisés y Elías. Con tal augusta compañía de verdaderos profetas, el Padre señaló al Hijo y dijo: «Éste es mi Hijo amado; a él oíd» (Lucas 9:35). ¡La palabra de Jesús es una «palabra profética» que es segura!
Hay Alguien que jamás se equivoca y que jamás nos extraviará: nuestro Señor Jesús. ¡Debemos oírle! —DHR
En un mundo lleno de especulación, sólo la Palabra de Dios es segura.
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