por Charles F. Stanley
Si usted es como la mayoría de las personas, es probable que haya una Biblia en algún lugar de su casa.
A pesar de que pueda parecerse a cualquier otro libro que esté en sus estantes, ningún otro se compara con ella.
La Palabra del Dios es lo más importante que se ha escrito; su sabiduría y su contenido son inigualables, y siguen siendo tan adecuados y relevantes hoy como hace siglos. La Biblia es el gran regalo de Dios a la humanidad, que Él nos ha dado para guiarnos, gobernarnos y protegernos en la vida. El hombre y la mujer que cree y vive rigiéndose por este libro entienden lo que son verdaderamente la paz y el gozo. El mensaje de las Escrituras les sostendrá de cualquier circunstancia que enfrenten.
Aunque la Biblia es uno de los libros que más posee la gente en el mundo, es, por desgracia, uno de los menos leídos, porque muchas personas no entienden el mensaje de las Escrituras. Por alguna razón, nunca han sabido que ella es la revelación de Dios de Sí mismo; que es Su carta de amor a la humanidad, que dice quién es el Señor, y cómo podemos tener una relación con Él. Incluso, algunas personas que se consideran cristianas no entienden lo valiosa que es la Biblia como una guía para la vida.
Otra razón por la cual la gente no le da importancia a la Palabra de Dios es porque creen que carece de autenticidad. En su opinión, el Antiguo y el Nuevo Testamento son recopilaciones de mitos e historias escritas por simples hombres, y que en el mejor de los casos son sólo parcialmente ciertos; no creen que la Biblia puede ser un libro dado divinamente, pero eso es porque no conocen personalmente al Autor. Una vez que lo conocen, este libro adquiere para las personas un significado totalmente nuevo.¿Quién escribió la Biblia?
Segunda a Timoteo 3:16, 17, es lo que yo considero el “texto de oro” de la Biblia sobre sí misma: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. En estos dos versículos sabemos quién es el autor de la Biblia, la razón por la que fue escrita y lo que ella hace. El versículo 16 nos dice que “toda la Escritura”, o sea, cada palabra de ambos Testamentos ha sido inspirada divinamente. En otras palabras, Dios es el verdadero autor de la Escritura. Él planeó todos los detalles que había que incluir, aunque escogió “autores” humanos para que escribieran Su mensaje para nosotros de acuerdo a las experiencias y personalidades de cada uno de ellos.
Piense en la sabiduría y en el conocimiento inagotable de Dios. Él sabe absolutamente todo lo que hay que saber sobre cada cosa en el universo. Sin embargo, de todo ese caudal infinito de conocimiento, Él decidió darnos solamente los 66 libros que componen la Biblia, lo cual significa que en la mente de nuestro omnisciente Dios, esto debe ser todo lo que necesitamos conocer.
Piense en la preeminencia del autor de este libro. Simplemente, no hay nadie que pueda compararse con Dios. Es interesante que en el primer versículo del primer capítulo del primer libro, el autor de la Biblia se identifica a Sí mismo como el Creador de todo lo que ha existido: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Genesis 1:1).
Por otra parte, la palabra griega para Dios, “Elohim”, está en forma plural, lo que no sólo indica la plenitud de Su poder, gracia y misericordia, sino que también implica la naturaleza múltiple de la Deidad. El versículo 26 apoya esta idea: “Hagamos [nosotros] al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. ¿Quién es este “nosotros”? La palabra debe referirse a personas capaces de crear, ya que el contexto es la creación del hombre. En otras palabras, justamente en su primer capítulo, la Biblia nos da nuestro primer atisbo de la Trinidad, que está compuesta por Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Pasajes posteriores de la Biblia ofrecen un esclarecimiento más extenso acerca de esta Deidad Trina. Por ejemplo, en Juan 14:26, Jesús dice: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”. El autor de este libro es el Creador, el Dios vivo de este universo, inigualado por ningún otro ser.¿Cómo nos dio Dios la Biblia?
Al escribir: “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16), Pablo estaba diciendo que la Biblia es Palabra de Dios inspirada, infalible e inherente, no una mezcla de historia, poesía y narrativa que Dios permitió que fuera corrompida por el error humano antes de llegar a nosotros. Primera de Pedro 1:21 hace hincapié en el origen divino y la autenticidad de la Biblia. “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. Éste vino sobre los hombres que Dios había escogido para la tarea, y comunicó Su palabra a ellos y a través de ellos. Dios no ignoró ni suprimió la personalidad de esos hombres, sino que los dirigió, los protegió y usó sus individualidades para que expresaran Su mensaje exactamente como Él quería.
Dicho de otra manera, Juan no escribe de la misma manera que el apóstol Pablo, pero los necesitamos a ambos. A través de sus privaciones, sufrimientos, peligros y triunfos, Dios estaba grabando en la vida de Pablo las experiencias y las lecciones que el apóstol necesitaría comunicar de manera efectiva a las personas que habrían de sufrir las mismas tribulaciones, derrotas y victorias 2.000 años más tarde. Es por eso que este libro jamás pasa de moda: porque tiene que ver con el corazón humano y los problemas que enfrentamos cada día.
A la Palabra de Dios no le falta nada. Si usted necesita aliento, sabiduría, seguridad o consejo, en algún lugar de este libro encontrará esa ayuda. ¿Cómo puede ser eso posible para todas las necesidades? Porque nuestro infinito, omnisciente y todopoderoso Dios, quien tiene el poder de hacer todas las cosas, escogió de su ilimitada fuente de sabiduría la verdad que necesitaríamos. Aunque hay muchas otras cosas que podría haber incluido, Él decidió que esto era suficiente para guiarnos y protegernos. ¡Luego condensó toda esa sabiduría y todo ese conocimiento en un libro lo suficientemente pequeño para llevar con nosotros! Si Él pudo hacer eso, también puede ciertamente mantenerlo libre de error. La gente acusa con frecuencia a la Biblia de imprecisiones, pero estoy esperando que alguien me señale un error específico.¿Por qué es necesaria la Biblia?
Por sí mismo, el hombre es incapaz de saber quién es Dios y cómo es Él; Dios tiene que revelarse a nosotros. Podemos leer un montón de libros sobre ideas y filosofías humanas en cuanto al Señor, pero ellas no son más que distorsiones de la verdad. La razón es porque, simplemente, no es posible que un ser humano, limitado y pecador, sea capaz de formular un concepto de Dios que exprese la forma como Él quiere que vivamos. Ningún hombre ha imaginado jamás a un dios, que sea completamente de nuestra naturaleza carnal, que se parezca siquiera remotamente al verdadero Señor de este universo. Lo que Dios quiere, y lo que Él nos da, no tiene absolutamente nada que ver con las expectativas del mundo.
La Palabra de Dios es la revelación progresiva de Su amor por nosotros. Cada historia, cada detalle y cada principio, desde el primer versículo del Antiguo Testamento, hasta la última palabra del Nuevo Testamento, se ajusta a un mismo tema: el amor redentor del Creador por la humanidad perdida. Sin la Biblia, no hay forma en que la humanidad puede conocer la voluntad de nuestro Dios perfecto y justo, ni saber lo que Él espera de nosotros. El propósito de Dios al darnos ese libro especial, fue capacitarnos para tener una íntima y tierna relación con Él, lo que, en realidad, fue la razón por la que nos creó.
Si queremos agradar a Dios, tenemos que sumergirnos en Su Palabra, estudiarla y meditarla para que podamos comenzar a pensar como Él. Entonces seremos convencidos de pecado, y nos arrepentiremos de nuestras transgresiones, que es lo que nos separa de Él. También seremos atraídos a Su Hijo Jesús, quien vino a la tierra para ser la expresión visible del Padre celestial (Juan 14:9). Luego, a medida que madure nuestra fe, nos pareceremos cada vez más a nuestro precioso Salvador (Romanos 8:29). ¡Es muy trágico que algunas personas vivan toda su vida sin tener una relación con el Señor; al rechazar la muerte del Salvador en su favor, mueren sin Dios y sin haber alcanzado el propósito para el que fueron creados!
Muchas religiones ofrecen ideas para alcanzar a Dios, recomiendan hacer oraciones, practicar buenas obras y apoyar causas nobles, pero tales cosas no pueden ganarnos la salvación (la vida eterna con el Señor). Si queremos tener una relación eterna con Dios, lo único que tiene sentido es descubrir lo que el Señor mismo dice que es el camino hacia Él. Ninguna idea humana puede tomar el lugar de la única fuente fidedigna: ¡Dios mismo! Él es el Dios de toda verdad (Salmos 31:5), y su Palabra es totalmente confiable (2 Samuel 7:28).
Le animo a comenzar ahora mismo, antes de que el día se le llene de actividades. Recuerde que cada palabra de la Biblia es divinamente inspirada, y que Dios está dispuesto a hablarle desde cualquier pasaje de la Escritura. ¿Qué tal si consigue el Evangelio de Juan y comienza a leer acerca del amor que le tiene el Padre celestial? ¡No le tenga miedo a lo mejor que podrá sucederle a usted en toda su vida!
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