Devocional Octubre 8 de 2009

Cuando Él habla a través del fracaso

Proverbios 21.4

Probablemente, la manera más dolorosa y menos deseada que tiene Dios para captar nuestra atención, es por medio del fracaso. Después de todo, a nadie le gusta fracasar. Pero este es, a menudo, el mejor modo que tiene Dios de comunicarse con nosotros.

El orgullo es algo que puede bloquear por completo su comunicación con Dios. Es una de las pocas cosas que la Biblia dice claramente que el Señor aborrece (Pr 6.16, 17, 8.13, 16.5). Por eso, si hay orgullo en su vida, Dios sabe exactamente lo que usted necesita: una buena dosis de fracaso.

Eso fue lo que le sucedió a Israel en Josué 7. La nueva nación acababa de obtener una gran victoria en Jericó y, como resultado, se había vuelto orgullosa. Por considerarse invulnerables, permitieron que la falta de fe y la desobediencia se introdujeran en sus actitudes.

Por su arrogancia, Israel hizo caso omiso del plan de batalla de Dios para la ciudad de Hai; los soldados estaban seguros de que podrían tomar la pequeña ciudad por sí solos. Pero estaban equivocados. Dios les negó esta victoria, y los pocos hombres de Hai los derrotaron humillantemente.

Dios había bendecido a Israel con una impresionante victoria sobre Jericó, pero ahora tenía que captar su atención de otra manera. Usted puede estar seguro de que Dios todavía nos habla por medio del fracaso cuando es necesario.

Si el fracaso hoy puede llevar a un gran éxito mañana, ¿no vale la pena vivirlo? Cuando experimente un fracaso que no esperaba, asegúrese de analizar su respuesta. No se limite a decir: “Bueno, me equivoqué”. En vez de eso, coincida con Dios en “lo que hice estuvo muy mal”.