Devocional Febrero 10 de 2011

"Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación." Mateo 5: 4

Llorar por los pecados es un desborde natural de la pobreza de espiritu. Muchos saben que estan equivocados, no obstante, pretenden ser justos. Como resultado, nunca saborean la exquisita tristeza del arrepentimiento.

De todos los senderos hacia el gozo, este debe ser el mas extraño. La verdadera bienaventuranza, dijo Jesus, comienza con la tristeza profunda.

Tomado de Todo es Posible con Dios