22 de junio de 2011

Devocional Junio 23 de 2011

"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;" 1 Corintios 13:4-5
PERDONAR Y AGRADECER
Cuenta cierta leyenda arabe que dos amigos que viajaban juntos en un desertico camino, se detuvieron en una acalorada discusion. Llegaron a tal extremo que uno de ellos acabo con el episodio, dandole una bofetada a su amigo. Este sin reaccionar, bajo su cabeza y escribio: "Hoy, mi amigo me golpeo en el rostro".
Continuaron, es silencio, su andar. Mas adelante llegaron a un oasis, donde decidieron bañarse. El que habia sido golpeado, resbalo y, cayendo en una profunda poza en el rio, comenzo a ahogarse. Inmediatamente, su amigo se lanzo y le rescato. Ya recuperado del mal trance, este amigo tomo un estilete y escribio en una piedra del lugar: "Hoy, mi amigo me ha salvado la vida".
Intrigado, su otro amigo pregunto: "¿Por que cuando te golpee lo escribiste en la arena y ahora que te salve lo haces en la piedra?" Sonriendo, su amigo le constesto: "Cuando un amigo nos ofende debemos escribirlo en la arena, donde el viento del olvido y el perdon se encargan de borrarlo y apagarlo. Pero cuando nos ayuda, debemos grabarlo en piedra, en la memoria del corazon, donde ningun viento podra borrarlo".
La falta de perdon o rencor, es como un parasito que crece dentro de quien lo alberga con el recuerdo de la ofensa y se alimenta con el propio deseo de venganza.
El libro de Hebreos dice que la raiz de la amargura en el corazon humano es justamente el rencor. Si tu experiencia en las relaciones interpersonales es tensa, dificil y triste, probablemente se debe a enojos no resueltos.
Perdona y olvida la ofensa. No hagas lo mismo con los favores. Estos anotalos en tu agenda y valora a aquellos amigos que siempre estan dispuestos a tenderte una mano. Jesus, conmovido al ver nuestro estado de postracion espiritual, no dudo ni un instante y se lanzo en nuestro socorro.
Nosotros debemos hacer lo mismo por nuestros semejantes sin mirar condicion, raza o si lo merecen. La fuente de la felicidad es vivir para los demas.
EL RENCOR ES COMO UN PARASITO QUE CRECE CON EL RECUERDO DE LA OFENSA
Tomado de Una Pausa en tu Vida

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