29 de junio de 2011

Devocional Junio 30 de 2011

"Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues." Lucas 6:29
LA OTRA MEJILLA
Cierto monasterio ubicado en lo alto de una colina albergaba un tesoro carisimo. En verdad, los monjes residentes en aquel lugar eran muy pobres y vivian un estilo de vida muy austero. Pero destras de una vitrina, en uno de los cuartos mas privados, reposaban unos manuscritos muy antiguos de la cristiandad de incalculable valor.
Los monjes se mantenian de la siembra y la cosecha y de algunas monedas que los curiosos turistas pagaban por observar los tres rollos tan antiguos. Cierta noche, un ladron violo aquel recinto sagrado y se fugo por la ladera de la montaña llevandose con sigo dos de los tres rollos.
Al amanecer los monjes dieron aviso de lo ocurrido a sus Abad y este, tomo el tercer rollo que habia quedado, monto su caballo y salio raudamente en persecucion del ladron. Lo alcanzo: "¡Que has hecho¡ Me has dejado con un solo rollo, no me sirve. Ningun turista va a venir a leer un mensaje que esta incompleto. Tampoco tiene valor lo que me robaste. O me das lo que le pertenece al templo o te llevas tambien este texto asi tienes la obra completa" Le increpo aquel sacerdote. A lo que aquel asombrado ladron le contesto: "Padre, estoy desesperado. Necesito urgentemente vender estos rollos para conseguir algo de dinero". "Bueno", le dijo el anciano. "Toma el tercer rollo. No quiero que el mundo se pierda algo tan valioso. Vendelos bien. Estamos en paz" y lo dejo ir.
Los monjes no llegaron a comprender la actitud del Abad. Estimaron que se habia comportado muy debil con aquel ladron. Pero guardaron silencio y todos dieron por terminado el episodio.
A la semana el ladron regreso. Pidio hablar con el Padre Superior: "Aqui estan los tres rollos , no son mios. Los devuelvo, y le pido, a cambio, que me permita ingresar a este lugar como monje. Cuando usted me alcanzo yo esperaba cualquier cosa menos que se conmoviera por mi necesidad y que me dijera que estabamos en paz, perdonando mi trasgresion" La vida de aquel hombre cambio al resibir el impacto del perdon y el amor incondicional.
CUANDO MEDIA EL PERDON GENUINO, OFENDIDO Y OFENSOR SON IMPACTADOS POR DIOS
Tomado de Una Pausa en tu Vida

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