Devocional Abril 5 de 2012

" Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna." Santiago 1:4

EL ESFUERZO DE LA ABEJA

Las abejas y sus colmenas no dejan de sorprendernos con sus lecciones. Estos diminutos insectos viven en enjambres de miles de abejas obreras que trabajan arduamente para mantener aquel lugar limpio, fresco y, especialmente para alimentar con suficiente miel a las abejas que, en su estado larvario, se desarrollan dentro de las celdas hasta el día en que eclosionan.

Estas larvas de obreras se crían en diminutas celdas hexagonales repletas de cera y tapadas en su parte posterior por lo que se llama opérculo. Una tapita de cera mas dura. Cuando la provisión de miel en el interior de la celda se acaba, aquella larva ya adulta transformada la abeja, comprende que es hora de salir al mundo exterior para sumarse a la vida de la colmena.

Un apicultor poco experimentado, observo que aquellas abejas jóvenes, en el momento de salir de su celda realizaban un esfuerzo extremo para pasar su cuerpo por el pequeño opérculo ya destapado por la presión. Intento aliviarles el trabajo abriendoles el mismo la celda para que salieran libremente. Noto entonces, que las abejas que salían a la vida sin realizar esfuerzo mayor; eran inútiles. No podían volar, sus compañeras las picaban hasta que morían, para no tener que atender un invalido en al colmena. La razón era que esos insectos tienen una fina membrana que une sus dos alas antes de nacer. En la lucha por salir; esa membrana se rompe dejando las alas listas para el vuelo inicial. De lo contrario, no pueden elevarse mas que unos pocos centímetros del suelo.

Cuantas veces te has quejado de obstáculos en tu camino, de situaciones de lucha y esfuerzo casi sobrehumano. Te has quedado, has levantado tu puño al cielo en protesta ignorando que Dios permite que pasemos por esas situaciones para que nuestro próximo vuelo sea mas alto.

Aquellos que evitan las pruebas nunca maduran y su incapacidad se hará manifiesta a cada paso. Si quieres conquistar las cumbres, primero debes caminar los valles.

AQUELLOS QUE HAN APRENDIDO A NO REHUIR EL SACRIFICIO EN PRO DE SU DESARROLLO, SON LOS QUE LLEGARAN MAS ALTO EN LA VIDA