Devocional Enero 28 de 2012
"¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?" Juan 5:44
EL TRIUNFO
Aquel es un triunfador, este un fracasado, sentenciamos a diario, emitiendo juicios estereotipados por preconceptos adquiridos. ¿Cual es en verdad la medida del exito? ¿En que radica la plena realizacion de la vida? Amontonar riquezas, dar rienda suelta al placer, saciar mis ansias de poder, reinar sobre otros... ¿Es eso realmente lo que cotiza al ser humano en este despiadado mercado en el que le toca nacer, abrirse paso, dejar descendencia y morir? El pez solamente puede sentirse realizado desenvolviendose en el ambito marino al que fue confinado y haciendo aquello para lo cual fue creado: nadar.
De la misma manera, el ser humano, eslabon y parte especial de esta creacion inteligente, puede saberse completo, satisfecho y libre, en la medida que descubre su verdadero proposito en la vida. Asi existira en funcion de esta meta. Triunfar no es evitar el fracaso. Al fin y al cabo, la unica manera de aprender a no equivocarse es habiendose equivocado varias veces hasta llegar al punto de discernir como se hace.
Nuestra humanidad esta llena de individuos socialmente marginados porque, "dicen" no haber reunido los requisitos necesarios para ser aceptados como triunfadores mas. Los gordos, los feos, los pobres, los de lejos, los viejos, los discapacitados... ¿Estan ellos confinados a un fatidico fracaso cronico? ¿Deben resignarse a observar como los otros pasan y sacan beneficio de cuantas oportunidades se le presentan?
Como aquel mendigo paralitico junto al estanque de Betesda, en la antigua Jerusalen, que segun nos narra el apostol Juan, llevaba 38 años implorando misericordia. Paradojico, porque justamente Betesda significa: "Casa de misericordia" Pero para este pobre hombre parece que la ayuda ya era patrimonio de otros y negada a el. Hasta que en labios del Jesus Nazareno escucho la frase que nunca olvidaria: "Levantate, toma tu lecho y anda" Victorioso y triunfante se levanto, y cargando sobre sus espaldas aquello que antes le cargaba a el, su cama, se dirigio hacia la vida. Porque la verdadera medida del exito es encontrarse con Jesus y dejar que nos capacite para andar paso a paso.
LA UNICA MANERA DE APRENDER A NO EQUIVOCARME ES HABIENDOSE EQUIVOCADO VARIAS VECES HASTA LLEGAR AL PUNTO DE DISCERNIR COMO SE HACE
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