"Hazme saber, Jehová, mi fin,
Y cuánta sea la medida de mis días;Sepa yo cuán frágil soy." Salmo 39:4
STATUS DE SER HUMANO
Los propios partidarios de la eutanasia alegan que, si podemos matar a niños no nacidos, podemos también matar a otros seres humanos. En la revista Atlantic Monthly de abril de 1968, Joseph Fletcher (profesor de Etica Social de la Escuela Teológica Episcopal de Cambrige, Massachusetts), alegaba que, si la vida de un individuo con retraso mental, por ejemplo, puede ser interrumpida antes del nacimiento, ¿porque no terminar con ella en el momento del nacimiento? (O sea inmediatamente después)
Según palabras del Dr. Fletcher, un niño con retraso mental no es un bebe sino simplemente un fracaso reproductivo. Pero el infanticidio no solo se encuentra en las opiniones de pensadores y profesores universitarios, sino también en el ámbito de propuestas de legalización por parte de autoridades del mundo de la ciencia.
En mayo de 1973, solo unos pocos meses después de la legalización del aborto por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, el Dr. James Watson, científico ganador del premio Nobel, afirmaba que se debería tomar en consideración la idea de privar de status legal al recién nacido hasta tres días después de su nacimiento.
Los padres que sospecharan anormalidades fetales podrían abortar legalmente, señalo, porque la mayor parte de los defectos en niños no son descubiertos sino hasta el momento del nacimiento. el asunto es que, como muchos defectos genéticos no se hacen evidentes hasta algunos meses o incluso años después, la actitud "compasiva" del Dr. Watson obligaría a tener en cuenta la posibilidad de abstenerse de otorgar legalmente el status de "ser humano" a una persona, por tiempo indefinido.
¿Adonde podemos llegar si continuamos con estas locas conclusiones? Cuando la mente del hombre comienza a apartarse de los designios de vida ideados por Dios, se mete en un laberinto cuyo final pueda ser mas trágico que su mismo comienzo. La medida de los años de vida de un ser humano lo estipula Dios, no el hombre y a El hay que preguntarle cuando acaba.
CUANDO LA MENTE DEL HOMBRE COMIENZA A APARTARSE DE LOS DESIGNIOS IDEADOS POR DIOS, SE METE EN UN LABERINTO CUYO FINAL PUEDE SER MAS TRAGICO QUE SU MISMO COMIENZO.
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