"Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren." Juan 4:24
ADORACION ESPONTANEA
Había algunos personajes interesantes en esta casa de Betania, en la cena narrada en el capitulo 12 de Juan desde el versículo 1 - 11. Estaban Jesús, el invitado de honor, Lázaro, que como ya imaginaras, se había hecho famoso después de pasar cuatro días en el sepulcro y haber sido resucitado; Marta, ejercitando su don de servicio como siempre, María la fiel admiradora y adoradora del Maestro; Judas y otros.
Yo le puse como titulo a este párrafo: "El amor arriesgado", y te voy a decir por que. ¿No te parece algo extraño que Simón se animara a invitar a Jesús y a Su grupo a una cena en su casa y lo anunciara públicamente? La fama de Jesús ya era notoria y toda Jerusalén sabia que le buscaban para matarle. Claro que la experiencia que este ex leproso había tenido con Jesús había transformado su vida.
Este hombre antes de conocer a Jesús vivia aislado de la sociedad por su enfermedad y ahora le vemos con su cada llena de gente. Como no iba a correr riesgos si, al fin y al cabo, también el Señor se arriesgo al tocar el cuerpo del leproso. También Lázaro estaba allí. ¡Lázaro escondete, huye! Seria el consejo mas prudente ante lo riesgoso de la situación.
¡No le cuentes mas a nadie tu testimonio! ¡No le digas que estabas muerto y que Jesús te dio la vida, callate, no hables! Te van a arrestar y quizás a matar. pero, estando con Jesús al lado. ¿Podía temerle otra vez a la muerte este hombre? Pero los arriesgados siguen apareciendo en escena y ahora era el turno de María que se lleva el papel protagónico en este relato. Solo los hombres hablaban y participaban de la comida a la mesa; las mujeres en silencio, comían en un rincón de la sala hablando en voz muy baja.
Casi fue abrupta su entrada, mas de uno se habrá levantado de su puesto, otros quizás taparon sus narices por el fuerte aroma del perfume mezclado con el olor de la comida. ¡Que atrevida! ¿Quien? ¿esta mujer? Otra vez el amor arriesgado que actúa movido mas por impulso de un corazón que ama a Dios, que por una mente que evalúa los costos. Alguno te dirá que eres impulsivo pero permiteme decirte que cuando tus impulsos son gobernados por el amor a Dios, puedes ser todo lo impulsivo que quieras.
EL AMOR VERDADERO CORRE RIESGOS
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