"Porque ha inclinado a mí su oído;
Por tanto, le invocaré en todos mis días." Salmo 116:2
ESCUCHANDO
Esta oración, fue hecha por el gran rey de Israel, David y quedo impresa en sus Salmos. Se refería a Dios; a su Dios. Es una declaración de agradecimiento simplemente porque le escucho, porque en el día en que necesito hablar con alguien allí estuvo Dios dispuesto a escucharle. Ni siquiera dice que le alaba porque le haya respondido, no, simplemente porque se digno a escucharle.
¿Sabes? Hay mucha gente por ahí simplemente rogando ser escuchados. Mendigando algo de tiempo de alguien para que escuche sus penas, sus soledades. ¿Es que nadie necesita ser oído? Se necesita sanar enfermedades, arbitrar entre dos litigantes, y atender empresas, claro, pero también hay un gran sector de la sociedad que vive marginado y enfermo porque no hay quien le escuche.
Para la mayoría de las personas hoy en día, pararse a escuchar a alguien en medio del trabajo es perder el tiempo. No lo fue así con Jesús. El dejaba todo lo que estaba haciendo solo por escuchar a aquel que venia cargado de sus penas y dudas, fuera pobre o rico, amigo o enemigo, adulto o niño; siempre encontraban un oído dispuesto.
Tal vez, no has tenido en tu vida a aquel que debe oirte cuando mas necesitas. Tal vez tu papa no tuvo tiempo para ti, tu esposo te ignora, tus hijos no paran para conversar un momento, todos viven apurados y ocupados. Pero hay alguien, allí arriba, muy alto, pero con la virtud de inclinarse a escuchar cada vez que lo necesites. Es Dios; no esta tan alto, simplemente llamalo y compruebalo por ti mismo. Ten por cierto que te responderá. Deja de intentar ser escuchado por los que están ocupados; son sordos, no pueden oirte; tienen otras prioridades. Para Dios, escucharte no es perder el tiempo, y tu eres prioridad para El.
DIOS, NUNCA ESTA TAN OCUPADO COMO PARA NO ATENDERTE
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