"16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos." Ruth 1:16-17
LEALTAD
Estas bellas palabras, tan usadas en ceremonias nupciales, fueron dichas por una mujer de nombre Rut, a su suegra llamada Noemi. Son palabras cargadas de compromiso leal, de amor y convicción, Principalmente de convicción sobre el amor al prójimo, y la renuncia a mis derechos en pro de la causa ajena. La desgracia había golpeado a estas dos mujeres, El marido de Nohemi había muerto y ahora su hijo, el esposo de Rut, también. Es interesante ver como la vida nos depara, siempre, situaciones inesperadas y muchas veces fuera de control.
Es allí, justamente allí, cuando el perfil egoísta que todos llevamos dentro aflora con fuerza y nos grita que defendamos nuestros derechos, que cuidemos lo que nos queda. Activamos mecanismos de auto defensa, nos recluimos, sacamos las garras, todo para conservar provisiones frente a los momentos de adversidad.
Y aunque esto es en si bueno, porque de alguna manera es un mecanismo natural de supervivencia, cuando avasallamos la libertad ajena y exigimos lo nuestro, sin que nos importe lo de otros, dice el apóstol Pablo en Romanos 14, que ya no andamos en el amor y erramos el blanco.
Rut podría haber reiniciado su vida, haberse ido con su cuñada que sufría el mismo problema, regresar a su tierra, con su familia. Pero no; renuncio a todo ello por amor a su suegra Nohemi y Dios la recompenso abundantemente. Dice Eclesiastés 11:1 "Echa tu pan sobre las aguas y después de muchos días lo hallaras"
Debemos practicar la lealtad y ubicar nuestras relaciones personales por encima de las ventajas o comodidades personales. Como dijera el apóstol Pablo: "3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús," Filipenses 2:3-5
DEBEMOS PRACTICAR LA LEALTAD Y UBICAR NUESTRAS RELACIONES PERSONALES POR ENCIMA DE LAS COMODIDADES PERSONALES
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