" Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo." Juan 5:7
INDIFERENCIA
Hace algunos años, se produjo un accidente en el mar Atlántico frente a las costas uruguayas. Un gran derrame de petróleo producido por la avería de un buque que transportaba tan letal cargamento, produjo un efecto devastador y un gran desastre ecológico.
Los lobos de mar, apostados en su isla, se daban cuenta de que los que saltaban al agua en busca de comida, no regresaban o regresaban cubiertos de aquella sustancia negra, iniciando así una lenta pero segura agonía. En contra de su propia naturaleza, modificaron su conducta reprimiendo su instinto de saltar el agua.
La sed y el hambre comenzaron a hacer su parte y estos pequeños mamíferos tuvieron que escoger entre saltar al agua empretrolada o quedarse en su isla hambrientos y débiles. La situación se hizo publica, Hubo un lapso de dramática indiferencia, hasta que al comenzar a morir estos lobos por el petróleo en su piel o por el hambre, una organización ecologista decidió alimentarlos por helicóptero hasta que el mar fue saneado.
Cuantas veces te has sentido solo y abandonado en la isla de la indiferencia, ¿verdad? Y te preguntas, ¿a nadie le importo, nadie se interesa por mi? --- Vivimos en un mundo indiferente. Esto no es noticia para ti, ya lo se. Pero lo que si puede ser una buena y nueva noticia es que no estas solo. Eso es justamente el evangelio, la buena noticia de Dios que quiere acompañarte en tus desgracias, en tus desastres, en tus soledades.
Esa fue la gran noticia que dio animo, sanidad y salvación al paralítico en el estanque de Betesda ¿Recuerdas sus palabras en San Juan 5:7: " Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo." ... Ahí esta otra vez: la tragedia de la indiferencia. Pero el mismo Jesús que ayudo a aquel lisiado físicamente hoy puede ayudar al hombre lisiado espiritualmente. No Dios no es indiferente. te lo garantizo. A mi me asiste día y noche puede hacerlo contigo también.
"NO HAY NADA MAS DURO QUE LA SUAVIDAD DE LA INDIFERENCIA" (ANONIMO)
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