"Bienaventurado el hombre que teme a Jehová Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre. Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Es clemente, misericordioso y justo. El hombre de bien tiene misericordia, y presta; Gobierna sus asuntos con juicio, Por lo cual no resbalará jamás; En memoria eterna será el justo. No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová." Salmo 112: 1-7
EL TEMOR
El miedo o temor es un sentimiento de inquietud, causado por un peligro real o imaginario. El apóstol Juan, en su primera carta, conjuga dos palabras muy interesantes al respecto: amor y temor. Fijate: "16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor." 1 Juan 4:16-18
Así que, quien vive como Jesús lo hizo, ayudando a los demás y sirviendo con un amor practico, no teme. Pero el que teme y no confía en Dios, es aquel que solo piensa en acaparar egoístamente para si, y no alcanza otra cosa que miedo al futuro. Vemos, entonces, que el origen del miedo es básicamente, la desconfianza en Dios.
Alguien dijo que temer es confiar en si mismo, y es verdad. Así que, si temo a Dios, no le debo temer a nada ni a nadie. Así de fácil. Porque "35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
36
Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro." Romanos 8:35-39. Esto es confianza en su mas alto grado, confianza que erradica todo temor. Puedes hallarla en Dios.
SI TEMO A DIOS, NO NECESITO TEMERLE A NADIE MAS
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