" Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron,(A) y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito." Zacarias 12:10
CICATRICES
Todo organismo vivo esta expuesto a sufrir lesiones o alteraciones que le produzcan algún tipo de cicatrices. Los arboles tienen cicatrices en su corteza- Los animales salvajes, en su piel, evidenciando ataques y peleas. Los humanos no estamos exentos del sufrimiento, las heridas y las consecuentes cicatrices.
Las hay en el cuerpo, externas o internas, y las hay en el alma y el corazón donde ningún aparato de medicina puede detectarlas. Pero están allí. A veces sangran de por vida, no quieren cerrar. Son parte de nuestra historia. Hacen parte de nuestra "herencia" y no podemos, ni debemos, ignorarlas. Recuerdos de una infancia traumática, memorias de escenas dolorosas, accidentes, repasos de capítulos de mi vida evidencia de que sufrimos, si pero sobrevivimos. Salimos a flote, seguimos adelante.
El ser admirable, perfecto y poderoso que haya pisado nuestro plantea tierra, Jesús, sufrió, sangro, lloro y grito, y hoy muestra con orgullo sus cicatrices. El fue herido, y fue herido con la peor de las armas; la traición. Zacarias 13:6 "Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos."
Pero el no se avergüenza de sus heridas. dejo este mundo con ellas, entro a la gloria con ellas y con ellas volverá por segunda vez. Y entonces, dice la Biblia, que " Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron,(A) y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito." Zacarias 12:10
Y tu...¿te avergüenzas de las cicatrices que la vida te dejo? ¿Sabes? Pueden ser usadas para fortalecerte y consolar a otros que sufren. En Dios encontraras sanidad. es verdad que no hay cosas que se perdieron y ya nunca podrán recuperar, pero Jesús puede devolverte el gozo, el optimismo, el valor y las ganas de vivir. Cuando te apoyas en EL sientes su cicatriz profunda, sabes que te comprende y naces de nuevo ¡Compruebalo hoy mismo!
DIOS PUEDE SACAR VIDA AUN DE LAS CICATRICES MAS PROFUNDAS (YA LO DEMOSTRO)
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