"Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento." 2 Corintios 2:14
CONQUISTADORES
Los éxitos y conquistas son potenciadores de vida; para muchos funcionan como estimulantes para continuar justificando esfuerzos extremos. En realidad, a nadie le va a gustar ser un perdedor en la vida. Nadie sueña con ver sus metas frustradas.Jesucristo vino a este mundo hace mas de 2000 años con una propuesta revolucionaria: unirnos a Su procesión triunfal y compartir Su victoria.
Los ricos y poderosos, los reyes y famosos, alcanzan sus metas y extienden sus fronteras a costa de sus fieles seguidores y no comparten con ellos sus conquistas. Los convencen con migajas de placer, mientras ellos se enriquecen egoístamente. En cambio, Jesús venció ala muerte "Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo," Hebreos 2:14, no a expensas de sus fieles sino de si mismo, entregandose en la Cruz.
No acapara para si su victoria sino que la comparte. Esta hermosa analogía de Pablo, el apóstol, cuando invita a todos aquellos que hemos sido cautivados por el amor de Dios a subirnos a la carroza triunfal como en los tiempos del imperio romano y disfrutar del paseo. Es esos tiempos, los conquistadores se paseaban orgullosos por las arenas romanas. Nosotros hoy, hemos sido triunfadores por amor de Aquel que pago el precio de nuestro rescate. Mientras permanezcamos sentados y descansando en Su carroza podremos decir: "soy mas que vencedor"
La clave para el éxito, entonces, no es tanto esforzarse por vencer, sino dejarse llevar por Jesús; permanecer encadenado a su carroza, rendido a sus pies y disfrutando de Su triunfo. ¿Vives cansado de luchar por alcanzar el éxito y la victoria? ¿Te desanima el ver un récord de fracasos tras de ti? Tal vez sea porque piensas que el triunfo depende de ti, de tus esfuerzos y capacidades, cuando en realidad depende de El. Una vida de obediencia a los preceptos bíblicos es la antesala a una vida victoriosa.
PARA SER UN TRIUNFADOR DEBES DEJARTE CONQUISTAR PRIMERO POR JESUS.
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